Pilar, bootcampera del mes (abril 2017)
Oceanógrafa de profesión y de 42 años de edad, Pilar comenzó a practicar Bootcamp hace un año gracias a que una amiga se lo recomendó para ponerse en forma muy rápido. Y doce meses después no solo está encantada con los resultados, sino que ha conseguido ser la Bootcampera del Mes de Abril.
¡Enhorabuena!
¡Muchas gracias! La verdad es que me ha sorprendido que me hayan elegido, pero estoy muy contenta. Supone una buena motivación y un premio al esfuerzo.
¿La clave de un buen bootcampero es la constancia?
Creo que la clave es ser consciente de la capacidad que tienes y de intentar superarte a ti mismo poco a poco. Eso supone un esfuerzo constante, sin duda, pero merece la pena y es muy gratificante cuando compruebas los resultados.
¿Cuáles han sido los resultados en tu caso?
Yo empecé a entrenar a finales de marzo de 2016 y desde entonces he notado claramente una mejoría general de mi forma física, pero sobre todo noto cómo he mejorado a nivel muscular. La verdad es que te pones en forma muy rápido.
¿Por qué te decidiste por empezar a entrenar Bootcamp?
Yo tenía que ponerme un poco en forma para una oposición en la que se exige superar una prueba física. Una amiga que acudía a entrenar al Retiro me lo comentó y me dijo que se entrenaba duro pero que se hacía muy ameno. Un día la acompañé, probé la clase, me gustó… ¡y aquí sigo! ¡Bootcampera del mes!
Está claro que el Bootcamp engancha, ¿no?
¡Sin duda! Es que realmente se pasa bien. Es decir, entrenas, te esfuerzas, es duro… pero son clases muy dinámicas, el grupo es magnífico, entrenar al aire libre en un parque es muy diferente a hacerlo en un gimnasio… todo ello suma para que te sientas muy bien en Bootcamp. Y luego, a nivel físico, enseguida notas una mejoría evidente. Ganas resistencia, fuerza, agilidad… te sientes mejor en el día a día y eso claro que engancha.
¿Qué ejercicio disfrutas más en las clases de Bootcamp?
Me gusta mucho la parte del boxeo. Es muy divertido.
¿Y qué es lo que menos te gusta?
¡Los burpees! Preferiría tener que ir al dentista, la verdad.
¿En tu primera clase hubo mucha tanda de burpee?
Pues la verdad es que no lo recuerdo exactamente. Sé que me sorprendió la intensidad del ejercicio y recuerdo perfectamente la sensación de agotamiento físico. Y de que tenía ganas de volver.
¿Cómo te ha ayudado el Bootcamp desde entonces?
A nivel físico ya lo he comentado antes: mucha más fuerza, agilidad, resistencia… te pones en forma muy rápido y te sientes bien. Pero, además, es una actividad que ayuda mucho en el plano mental. Si llevas un día complicado, por el trabajo o por lo que sea, la sesión de Bootcamp te ayuda a desestresar y olvidarte de esos pequeños problemas diarios.
Aparte de practicar Bootcamp, ¿haces otro tipo de deporte?
Sí, me gusta mucho nadar y también salgo a correr y hago trekking.
¿Qué le dirías a alguien que está pensando en apuntarse a una sesión de Bootcamp?
Que se anime. Que no lo piense más y se apunte. Mira lo que pasó conmigo: vine a ver qué pasaba y desde entonces no me pierdo una clase. ¡Y estoy encantada!